Colágeno marino: El colágeno marino es la proteína de origen animal, este producto prolonga la elasticidad de la piel dándole una apariencia juvenil durante más tiempo. Evita la aparición de arrugas aumentando la consistencia de los tejidos y crea una mejor resistencia contra la evaporación del agua. Las propiedades del colágeno marino en la piel favorecen la regeneración positiva de las células de la dermis.

Ceramidas: Las ceramidas son componentes esenciales de la capa más externa de la epidermis, el estrato córneo, cuya integridad ayuda a mantener la piel hidratada gracias a su efecto de barrera. Suponen cerca del 40% de los lípidos (grasas) de dicha capa (los restantes lípidos son colesterol ácidos grasos)  y actúan como el cemento en un muro de ladrillos: ligan las células muertas entre sí, frenando la pérdida de agua del cuerpo y la penetración de sustancias nocivas desde el exterior, al tiempo que confieren elasticidad y cohesión al conjunto.

Ácido Hialurónico: Ayuda a devolver a la piel su volumen inicial e hidratarla en profundidad, mejorando también su tersura y luminosidad. Así, se corrigen los primeros signos del envejecimiento cutáneo manteniendo nuestra piel joven por más tiempo, una de sus funciones principales reside en la retención del agua por ello brinda una mejor hidratación de esta forma, las células consiguen mantener su turgencia y elasticidad, tienen capacidad para promover la regeneración y renovación de las células, protege a la piel frente a los rayos ultravioleta del sol, interviene en la reparación de los tejidos.

Aceite de germen de trigo: Es muy rico en Vitamina E, de hecho se considera la fuente más importante de vitamina E. Contiene también minerales, carbohidratos y proteínas de fácil asimilación. Contiene pequeñas cantidades de ácidos grasos tipo omega 3, omega 6, ctacosanol, ácido linoleico, ácido oleicos, ácido palmítico, provitamina A, vitamina F, estearina y antioxidantes que mejoraran notablemente el aspecto de la piel, además, mejora la circulación de la sangre esto ayuda a reducir bolsas y ojeras alrededor de los parpados, es ideal para revertir los daños en la piel y dejarla como nueva.

Aceite de jojoba: Ofrece hidratación, ayuda a renovar las capas externas de las células, favorece la retención de agua manteniendo el nivel de hidratación requerido, es eficaz en las pieles muy secas. Contiene ácido linoleico, también conocido como omega 6. Ayuda a prevenir la formación de arrugas. Por otro lado, cuenta con la presencia de vitaminas antioxidantes C y E además de la vitamina A, B y B1, Así, las células se encuentran sanas durante más tiempo. Aporta elasticidad, turgencia y firmeza al rostro. Tiene actividad antiinflamatoria y antimicrobiana, por lo que ayuda a calmar las irritaciones leves de la piel. Regula la secreción de las glándulas sudoríparas, ayuda a reducir los granitos del acné leve y combate otras afecciones descamativas de la piel.

Células frutales: Son agentes exfoliadores que eliminan los restos de las células muertas en el estrato corneo y aportan su ayuda en el proceso de regeneración de la piel así como conservar una piel radiante y limpia.

Aceite de Rosa Mosqueta: Es un aceite vegetal con grandes propiedades para la medicina estética. Se extrae de las semillas de un arbusto silvestre de la familia de las rosas. Su composición con numerosos ácidos grasos esenciales (ácido omega 6, omega 3, linoleico), antioxidantes y vitaminas (retinol – vitamina A -, vitamina C, E) ayuda a retrasar los Signos del Envejecimiento Prematuro y las Arrugas, Mejora las Estrías y Manchas de la Piel, Combate los efectos del Foto-Envejecimiento y Rehidrata la Piel Seca.

Aceite de aguacate: El aceite de aguacate contiene vitamina A y la vitamina D tienen propiedades antiinflamatorias y antibacteriales que proporcionan mucha ayuda para sanar heridas, evitar el desarrollo del acné y dermatitis, y mejora la cicatrización. Se ha demostrado que la aplicación de aceite de aguacate sobre la piel reduce las manchas en la piel a causa de la edad, disminuye las arrugas y las líneas de expresión. Posee un efecto protector y regenerante, es ideal para pieles mixta/seca o muy secas. Cuenta con propiedades antioxidantes. Es rico en grasa vegetal que aporta beneficios al organismo y en vitamina E, A, B1, B2, B3, ácidos grasos, proteínas, minerales.

Péptidos: Los péptidos son unas moléculas que se encuentran de forma espontánea en la naturaleza y cuya función es transmitir información hacia y desde la dermis (la parte más profunda de la piel) y la epidermis (la más superficial). De esta manera dan la voz de aviso a la dermis de que la epidermis necesita ayuda o reparación.  Esta función se ve alterada con la edad, por lo que la piel pierde la habilidad de autorepararse, y es aquí cuando aparecen los péptidos artificiales en los tratamientos de belleza, precisamente para suplir esa carencia, es clave en los tratamientos antiedad.

Aceite de semilla de uva: El aceite de semilla de uva es muy útil para utilizar en diferentes problemas de la piel. El ácido linoleico que se encuentra en este aceite es útil para fortalecer las membranas celulares y mejorar el aspecto facial, junto con los antioxidantes lo convierten en un aceite muy interesante para tratar el acné, ya que no permite que se obstruyan los poros, y se evitan por el ende los brotes de acné. Además, es antiinflamatorio, lo que permite que los granos ya existentes se desinflamen. También es un poderoso astringente, lo que permite tener la piel tonificada  y firme, algo ideal para las pieles grasas.

Protodermis: Tipo de tejido meristemático primario, capaz de dar lugar a otros tejidos. Origina el tejido dérmico que proporciona una cubierta  a toda la piel.

Argilerina: Es un hexapéptido desarrollado mediante ingeniería molecular que ha revolucionado el mundo de la cosmética actual, ya que ha sido diseñado específicamente para luchar contra las arrugas de expresión, y presenta una eficacia significativa y contrastada frente a la formación de arrugas.